sábado, 11 de febrero de 2012

Mis moscas pescadoras


El montaje de moscas para la pesca de la trucha, siempre me enganchó y sobre todo cuando realmente el engaño es capáz de atraer a esa pintona que lo toma con vorazidad.

En mi post "Mi primer Material de Montaje", os presentaba mi primer material  que después de 18 años, sigue casi intacto, y en este os quería mostrar alguno de los patrones que he encontrado en una de las cajas que he podido recuperar.



Efémera tabaco

Esta mosca seca, pesca muy bien a principios de temporada, en remansos y tablas tranquilas con no mucha corriente.

Anzuelo: Mustand nº13
Seda: Sedón de león, color tabaco.
Brinca: Blanca
Cercos: 3 fibras de pluma de pecho de faisán macho.
Hacke: Cuello de gallo rojizo.





Cobrizo

Esta mosca ahogada,  también es muy efectiva en los comienzos de temporada, está montada con hilo que tiene destellos y que atrae a las truchas al engaño.

Anzuelo: Mustand nº13
Seda: Hilo cobrizo con destellos.
Pluma: pluma de gallo indio rubión.





"Verdino"

Esta mosca ahogada es pescadora a partir del mes de mayo, llevarla siempre.


Anzuelo: Mustand nº13
Seda: Hilo verde insecto con destellos.
Pluma: pluma de gallo indio rubión.







"El cardenal"

Esta mosca ahogada,  también es muy efectiva en los comienzos de temporada, está montada con hilo que tiene destellos.

Anzuelo: Mustand nº13
Seda: Hilo morado con destellos.
Pluma: pluma de gallo pardo corzuno.






Carne

Esta mosca ahogada, muy buena pescadora a partir de finales de mayo hasta finales de temporada.

Anzuelo: Mustand nº13
Seda: Sedón de león, color carne.

Brinca: Blanca.
Pluma: pluma de gallo indio acerado.





Seguramente esta temporada las pondré en mi linea de pesca a mosca, en tandem con una seca. A ver si funcionan como antaño.

Cuales son las tuyas?


jueves, 2 de febrero de 2012

Mi primer Material de Montaje

Después de unas temporadas, uno de los miembros de la cuadrilla comenzó a montar sus propios mosquitos para la pesca con mosca ahogada y, como no podía ser de otra manera, nos enseñó a montar estas moscas con unas herramientas especiales.

Recuerdo que parecía increible que aquellas moscas ahogadas pudiesen hacerse a mano, imitando invertebrados que antes teníamos que comprarlos, y además poder crear tus propias imitaciones que no encontrabas en la tienda.

Mi padre echó el resto y adquirió un primer conjunto de herramientas de montaje, constaba de sedón de león en varios colores, brinca (hilo muy fino), anzuelos (siempre en el número 13 y de munstand) de paleta o anilla, unas pinzas para la sujección del anzuelo, y como no podía ser de otra manera la pluma de gallo de león, la auténtica de la Vecilla, La Cándana y otros más que conforman el tan restringido área donde éste animal es capáz de dar una plumas tan increibles para el montaje de moscas, tanto ahogadas como secas.

Y uala!!!, con esto se podían hacer moscas ahogadas para preparar las cuerdas de pesca, algo para mi desconocido y asombroso.

Empezé a montar mis propias moscas ahogadas y a crear mis propias cuerdas de pesca, variandolas para los meses de Abril, Mayo, Junio y Julio.

Utensilios de montaje
Aún hoy, por increible que parezca conservo parte de aquel material, que quedó olvidado durante muchos años en mi casa en el Bierzo.

No he podido recuperar todo el material, pero si que podeis ver como se conservan los materiales despúes de tantos años. El sedón está perfecto, la polilla no ha podido con el, y las brincas igual, lo que se mantiene peor son las pinzas ya que con la humedad se han oxidado un poquito, pero no es un gran problema para poder recuperarlas y utilizarlas en alguna ocasión.

Pinzas de montaje
Las pinzas de montaje que utilizaba, tenían un cabezal donde poder incorporar el anzuelo y girando la cabeza de la misma, éste quedaba sujeto y fijo. Una vez el anzuelo estaba en la pinza, se montaba el cuerpo cónico de la mosca con la seda de montaje, finalizando con un par de nudos de sujección en la parte de lo que sería el abdomen, se cortaba y se fijaba con un poco de laca transparente.

A continuación, tomabas un hilo de brinca para hacer las secciones del abdomen, para que quedase como en la imágen de abajo,


Deciros que la mosca que veis empatada en las pinzas tiene más de 18 años (mayor de edad) y se conserva perfectamente, preparada para ponerle la pluma y lista para pescar.

Ah! y como no, hablar de la conservación de la pluma, ya que hoy por hoy, tengo en mis manos aquella pluma de hace 18 años, intacta, con el mismo brillo que entonces y lista para utilizar. Consejo, siempre que no tengas la pluma ( y digo cualquier pluma, hackle) en un lugar a buen resguardo de esos bichitos que se hacen llamar "polillas", colocale siempre "tabaco", mejor de puro a esto ni se acercarán.

Es inavitable, que después de tanto tiempo, recuerde con melancolía aquello que me fué enganchando más y más a este gran deporte, la pesca con mosca.

Éste fué mi primer material de montaje de moscas, y con él fueron muchos los montajes que realizé, incluso despúes, con el tiempo, moscas secas y saltonas para colocarlas como moscas de punta. Daban muy buen resultado en a la deriva flotando en el agua.

Con esta técnica, imitaba a aquellos pescadores que realmente pescaban a "látigo", como decía mi padre, y que después de muchos años de sequía en el mundo de la pesca, es algo que me ha enganchado de verdad.

Hasta el próximo post, ciao.....

miércoles, 1 de febrero de 2012

Pesca a la Leonesa

Continuando con mis inicios en la pesca, la primera vez que pude pescar fue con una caña de lanzado para la pesca a la leonesa. Seguramente muchos la conozcáis como pesca con buldo, este arte de pesca con moscas (o mosquitos) es muy popular en León.

El aparejo que se utiliza en esta modalidad consta de unas 4 moscas (mosquitos) y una que se denomina "rastro" que muchos utilizan como mosca lastrada (imitando a ninfas y/o emergentes), el aparejo utiliza una "boya" o buldó que permite el lanzado del aparejo con facilidad.

En mis inicios y ya que mi padre era mi instructor (más o menos con 7 años), las cuerdas (que así se llaman a este tipo de aparejos) de mosquitos me las preparaba con moscas que compraba en las típicas tiendas de deportes de mi localidad. Era curioso que aún pudiendo incorporar el tan fabuloso "rastro" que tantas capturas les daba a alguno de los pescadores de la cuadrilla, yo nunca pesqué con él.

Sin duda era mucho más fácil lanzar con las cuatro moscas delante de la boya, aunque en ocasiones (más a menudo de lo que quisiera), enredaba el aparejo en la vegetación del río y todo aquel aparejo parecía un manojo de hilachos imposible de desenredar.

Jornada tras jornada, cada vez mis "maneras" eran mejores, no enredaba tanto el aparejo en la orilla opuesta del río, lanzaba con más destreza, aunque eso sí, las truchas bercianas eran difíciles de engañar para un chiquillo como yo.

Aún recuerdo que cuando conseguí pescar mi primera trucha, antes de sacarla me pareció que tiraba con una fuerza que tenía que ser casi un tiburón, increíble!!!, por más que intentaba recoger la linea en aquel carrete era casi un imposible acercar al pez a la orilla. Lástima que cuando lo logré, y pude ver a aquel precioso animal, no medía más de 10cm, así que otra vez al río (a criar).

Esto, señores, me enganchó a un mundo en el que no cabía otra cosa que pensar temporada tras temporada en la apertura, para poder ir a probar las cuerdas que con tanta dedicación montaba en el mes de Febrero.